La Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPiiNA) conmemoró este mes de octubre su 20 aniversario con un acto que reunió a algunas de sus históricas fundadoras, entre ellas Carmen Castro y María Pazos, para reflexionar sobre dos décadas de incidencia política y lucha feminista.
En un camino que describieron como un “ejemplo de buena práctica e incidencia política”, aunque aún “incompleto”, las activistas señalaron los logros alcanzados y los importantes desafíos que persisten en el avance hacia la corresponsabilidad y la igualdad.
El logro de la batalla cultural
Una de las principales conquistas de la PPiiNA ha sido ganar la “batalla de la pedagogía social”, logrando demostrar que el concepto tradicional de "igualdad" no era una verdadera igualdad. Como explica Carmen Castro, se ha conseguido que la gente entienda que “la igualdad es posible y que es necesaria”.
María Pazos destacó que un hito fundamental fue la creación de la Plataforma por el Permiso de Paternidad Intransferible (el origen de la PPiiNA), un mérito propio que se promovió antes de que se aprobara la Ley Orgánica de Igualdad Efectiva entre Hombres y Mujeres en 2007. Este trabajo inicial demostró la importante incidencia política del movimiento en la configuración del marco legal. Otro hito clave fue la posterior elaboración de la proposición de ley de la reforma legislativa que la PPiiNA planteó. Esta propuesta fue presentada a los grupos políticos para que no tuvieran la excusa de “no sabemos cómo hacerlo”.
Gobiernos condicionados y enemigos de la igualdad
A pesar de los avances, la reforma que verdaderamente permita la igualdad aún no se ha conseguido, ya que los gobiernos han hecho una "oportunidad perdida para profundizar" en ella. La pregunta recurrente, según Pazos, es por qué no se lleva a cabo esta reforma “tan evidente que proponéis”, siendo posible, querida por la gente y “barata”. La respuesta es clara: los gobiernos están condicionados por otros objetivos. Las activistas señalaron directamente a los principales enemigos de la igualdad: el capitalismo y el patriarcado.
Y es que, el capitalismo, representado por las empresas, prefiere tener a los hombres “disponibles 100%” y que las mujeres se encarguen del cuidado en casa. Y, de otro lado, el patriarcado se perpetúa en la visión sesgada sobre "quién tiene que cuidar". Además, los propios hombres no tienen "mucho interés en reivindicar su necesidad de cuidado", expresaron.
El rigor y la persistencia, nuestra estrategia
La estrategia de la PPiiNA siempre ha sido simplificar el camino a la igualdad para todos. “Hemos ido aprovechando cada oportunidad que hemos tenido, cada ‘percha’” para hacer trabajo de comunicación social, admitía Pazos.
Pero es que, además, esta histórica de la PPiiNA subrayó una evidencia más: "a cuidar se aprende". El trabajo de la plataforma ha puesto sobre la mesa que si hay condiciones, "cualquier persona puede aprender a ser cuidador o cuidadora".
Y tanto es así y tan firme esa creencia en esta plataforma que incluso “logramos llegar hasta el Pleno del Tribunal Constitucional para exigir un derecho que antes no tenían los padres igual que las madres”. Ahora, en este 2025, la PPiiNA celebra dos décadas de logros con la convicción de que la lucha por los derechos es una carrera de fondo. Como concluye Pazos, el cambio es posible, pero es difícil que la gente “se imagine el cambio antes de que se realice”.
No obstante, la plataforma reitera su compromiso inquebrantable con la implantación de permisos iguales, intransferibles, pagados al 100% y con garantía de usarse a tiempo completo durante el primer año de vida del bebé como única vía para la igualdad efectiva.
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