En su 20º aniversario, la Plataforma por Permisos Igualitarios e Intransferibles denuncia que la reciente regulación de los permisos por nacimiento perpetúa los roles tradicionales y refuerza la brecha de género.
La Plataforma por Permisos Igualitarios de Nacimiento y Adopción (PPIINA) celebró este fin de semana su 20º aniversario con una jornada titulada “Feminismo y cuidados”, en la que activistas, expertas y familias analizaron dos décadas de avances y los desafíos actuales hacia la igualdad real.
La jornada, presentada por Virginia Carrera, contó con las intervenciones de Carmen Castro y María Pazos, fundadoras de la PPIINA, quienes repasaron los hitos y aprendizajes de la organización.
“Ha sido un camino zigzagueante, pero también un ejemplo de estrategia y de incidencia política”, señaló Carmen Castro. “La igualdad es un objetivo natural y los derechos no se negocian: se garantizan”, recordó María Pazos, quien reivindicó la independencia y el rigor de la plataforma: “Nos ha caracterizado la verdad, la transparencia y la confianza en la gente.”
Una reforma que consolida desigualdades
La mesa de cierre, “Por qué la última reforma de los permisos es un paso atrás”, reunió a Cristina Castellanos y Adela Recio, que coincidieron en que la nueva regulación supone un retroceso en corresponsabilidad y justicia social.
Adela Recio explicó que, aunque la ley española aparenta igualdad, su diseño la diluye con trampas como la obligatoriedad de uso simultáneo o la falta de flexibilidad: “La igualdad formal no basta si los permisos no son realmente usables.
Las trampas normativas y la opacidad impiden que hombres y mujeres ejerzan su derecho a cuidar en igualdad.”
Por su parte, Cristina Castellanos fue contundente: “La reforma va a aumentar la desigualdad. Se presenta como un avance, pero consolida que las madres sigan cuidando más y los padres menos. Las trampas, en este caso, son sutiles, pero efectivas.”
Castellanos alertó de que las nuevas disposiciones -como la posibilidad de fraccionar el permiso hasta los 8 años- refuerzan los estereotipos de género y las desigualdades de clase, y criticó la discriminación hacia las madres monoparentales: “A las mujeres solas se les da el doble de permiso, reforzando la idea de que solo ellas cuidan. Es fácil garantizar un derecho; lo difícil es querer hacerlo.”
Corresponsabilidad
En la mesa “Padres y madres corresponsables: de la teoría a la práctica”, moderada por Mariano Nieto, varios integrantes de familias compartieron experiencias recientes sobre cómo los permisos igualitarios han transformado su vida personal y social. Una madre agradeció a la PPIINA su labor: “Que mi pareja pudiera disfrutar de su permiso en igualdad ha sido lo mejor que nos ha pasado.” De otro lado, un padre resumió su vivencia con una frase que resonó entre los asistentes “Mi vida anterior era de juguete. El cuidado me cambió la forma de mirar el mundo.”
La jornada cerró con una reflexión que condensó el espíritu de 20 años de trabajo colectivo en torno al cuidado y a la corresponsabilidad: “El cuidado es la antípoda de la violencia: los hombres vinculados al cuidado no agreden, porque nadie destruye lo que ha contribuido a construir.”
Sobre la PPIINA
Fundada en 2005, la PPIINA trabaja por la equiparación real de los permisos por nacimiento entre mujeres y hombres. Ha impulsado iniciativas legislativas, tejido alianzas con el movimiento feminista, sindicatos y organizaciones sociales, y promovido la creación de la red internacional PLENT.
Con motivo de sus 20 años, la plataforma reafirma su compromiso con una idea clave: La igualdad no se aplaza: se garantiza y se ejerce. ¡Sigamos trabajando de la mano para ello!