Necesitamos un modelo de permisos igualitario, flexible y justo que permita a todas las familias cuidar sin penalizaciones y sin reproducir desigualdades.
Desde la Plataforma por Permisos Igualitarios e Intransferibles de Nacimiento y Adopción (PPIINA) creemos que ha llegado el momento de dar un paso más en la conquista de derechos para las familias. El diseño actual de los permisos de nacimiento y adopción en España sigue sin permitir una corresponsabilidad real. Por eso, proponemos dos reformas clave que permitirían a madres y padres hacer equipo de verdad desde el primer día.
El primer gran obstáculo que detectamos es la obligatoriedad de disfrutar simultáneamente las seis primeras semanas de permiso tras el nacimiento o adopción. Esta medida, lejos de promover la igualdad, limita las posibilidades reales de las familias para organizarse de forma corresponsable.
Lo que está ocurriendo es que se sigue reforzando el rol del padre como cuidador secundario o “ayudante” y se impide alargar el tiempo de cuidado de la criatura en el hogar. Muchas madres se ven empujadas a asumir bajas adicionales o excedencias no retribuidas, asumiendo una vez más el coste económico y laboral del cuidado.
¿Qué proponemos?
Reducir el periodo de disfrute simultáneo obligatorio a dos semanas, manteniendo seis semanas obligatorias para cada progenitor/a, pero permitiendo que el resto del permiso (las 14 semanas restantes o las 18 que habrá cuando se amplíe a 20 semanas) pueda fraccionarse y disfrutarse en diferido, según decida cada familia. De este modo, podremos ofrecer una atención más prolongada a las criaturas sin precarizar a nadie.
El segundo problema que denunciamos es que, a día de hoy, si una persona quiere disfrutar sus semanas voluntarias por separado de las seis primeras, necesita el acuerdo de la empresa.
Esta medida no tiene en cuenta la relación desigual entre empleador y persona trabajadora. Además, los mandatos de género siguen exigiendo a los hombres estar siempre disponibles en su puesto de trabajo, lo que dificulta que ejerzan su derecho a cuidar. En la práctica, esto impide que los permisos se puedan alternar y que el cuidado se extienda más allá de los primeros meses.
¿Qué pedimos?
Que se garantice el derecho de cualquier persona trabajadora a establecer el periodo de disfrute del permiso (a tiempo completo) dentro de los 12 primeros meses, sin necesidad de negociación con la empresa. Basta con una notificación simple, así las familias podrán organizar el cuidado con libertad, corresponsabilidad y sin miedo a represalias laborales.
Desde la Plataforma por Permisos Igualitarios e Intransferibles de Nacimiento y Adopción lo tenemos claro. No se trata solo de ampliar semanas, sino de diseñar permisos que permitan cuidar de verdad, en igualdad y sin condiciones.
Lo que necesitamos no son permisos rígidos, sino herramientas reales para hacer equipo. Porque cuidar también es un derecho, y compartirlo, una necesidad.